Introducción
A partir de extractos de obras, entrevistas, testimonios, Férid Boughedir evoca 20 años de lucha, 20 años de sueños, para que un día, liberado de sus múltiples limitaciones políticas y económicas, exista el cine africano, y que del norte al sur los africanos se expresen y puedan contar sus historias.
Ficha técnica
Férid Boughedir / 1983 (2019-remastered) / 1h38 / Francia – Túnez
Guion: Férid Boughedir
Género: Documental
Montaje: Andrée Davanture
Intérpretes: Med Hondo, Safi Faye, Ousmane Sembéne, Tahar Chériaa, Souleymane Cissé, Jean-Pierre Dikongue-Pipa, Inoussa Ousseini, Gaston J-M Kaboré
Producción: Marsa Films, Les Films du Losange
Distribución: Institut Français, Embajada de Francia
Sinopsis
Después de más de medio siglo de cine colonial utilizando África como un escenario exótico, a menudo en negación con la humanidad y la dignidad de sus habitantes, 70 años después de la invención del cine, los africanos que se han independizado se apoderan de esta cámara prohibida desde hace tanto tiempo. A pesar de la falta total de medios e infraestructura, filmando contra imposibles, aprovechando cualquier apoyo africano o extranjero, intentan transmitir las realidades de África en su multiplicidad y su diversidad, finalmente vistas a través de ojos africanos. Camera d’Afrique, fruto de un rodaje que duró diez años, cuenta la historia de los primeros 20 años de estos nuevos “Cines de autor” nacidos en el África subsahariana, y que atestiguan una sed de mostrar y expresar algo inaudito, que no ha sido apaciguado hasta el día de hoy.
Selección en Festivales
- Cannes Classics, 2019
Apreciación
Nunca olvidaré ese momento. Fue en Fespaco en 1973. Aún no había cines cubiertos, era a cielo abierto y esperabamos hasta el anochecer para ver las películas. Ese día tuvo lugar la presentación del primer largometraje del Alto Volta [actual Burkina Faso] y cuyo idioma dominante es el moré. La película se llamó La sangre de los parias, de Mamadou Djim Kola. Artísticamente no tuvo mucho éxito, pero estaba luchando contra el sistema de castas. Esperabamos bajo un cielo estrellado donde seguro había deidades benévolas. Cuando la pantalla se iluminó de repente, la gente escuchó hablar su idioma por primera vez en sus vidas. Había una emoción, un fervor. La gente se reía de alegría. Estaba presenciando un momento histórico en el que un pueblo se descubrió por primera vez en el cine. Comprendí la necesidad vital de la existencia de un cine africano.”
Por Alexis Hyaumet