Introducción
L’assassin habite au 21, (El asesino vive en el 21 en español) es una película francesa dirigida por Henri-Georges Clouzot, estrenada el 7 de agosto de 1942 realizada según una novela policial de Stanislas-André Steeman del mismo nombre publicada en 1939. La película fue hecha en época de guerra de modo que se conoció en Estados Unidos recién cinco años después.
Ficha técnica
El asesino vive en el 21 / L’Assassin habite au 21 / The murderer lives at number 21
Henri Georges-Clouzot / 1942 / Francia / 1h24
Dirección: Henri-Georges Clouzot
Guion: Stanislas-André Steeman, H.G. Clouzot. Novela: Stanislas-André Steeman
Género: Suspenso
Fotografía: Armand Thirard
Música: Maurice Yvain
Montaje: Christian Gaudin
Intérpretes: Pierre Fresnay, Suzy Delair, Jean Tissier, Pierre Larquey, René Génin, Marc Natol, Noel Roquevert, Jean Despeaux, Huguette Vivier, Odette Talazac, Maximilienne, Sylvette Saugé, Louis Florencie, André Gabriello, Raymond Bussières, Daniel Gélin
Producción: Continental Films, Liote
Distribución: Institut Français / Embajada de Francia
Sinopsis
Varios crímenes ocurren en Montmartre, todos firmados con la misma tarjeta puesta sobre el cadáver. El comisario Wens descubre que el asesino vive en una pensión familiar y decide instalarse allí de incógnito.
Selección en Festivales
- Lisboa – Festa do Cinema Francés (Portugal, 2018)
- CoLCoA French Film Festival (Estados Unidos, 2014)
Apreciación
“Para su primera película “El asesino vive en el 21”, Henri-Georges Clouzot adapta el libro del mismo nombre publicado en 1939 y escrito por Stanislas-André Steeman que nos hace seguir una investigación policial tras una serie de delitos firmados por una misma tarjeta de presentación. Como suele ocurrir con Clouzot, la escritura es de muy buena calidad, en primer lugar a nivel del guion donde el suspenso se mantiene de principio a fin y el desarrollo de la historia está muy bien escrito e inesperado. Como sus próximas películas, estudia la oscuridad de la naturaleza humana, sobre todo cuando la investigación los lleva de forma anónima a una pensión, pensando que el culpable está ahí y observando toda una galería de personajes donde se esconden la vanidad, la mentira, el cinismo, rameras e incluso delincuentes. Este baile de los sospechosos está magníficamente orquestado y se vuelve fascinante.”
Por Benjamin A
Galería
