Introducción
La coproducción franco-finlandesa de Guillaume Maidatchevsky seguirá un cervatillo intentando encontrar su camino a través de la naturaleza ártica.
Ficha técnica
La odisea de Aïlo / Aïlo, une odyssée en Laponie / Aïlo´s journey
Guillaume Maidatchevsky / 2019 / 1h26 / Francia (60.1%), Finlandia (24.4%), Noruega (15.6%)
Guión: Guillaume Maidatchevsky
Género: Documental, animales
Música: Julien Jaouen, Panu Aaltio
Fotografía: Daniel Meyer, Teemu Liakka
Montaje: Laurence Buchmann
Narrador: Aldebert
Producción: Borsalino Productions, MRP Matila Röhr Productions Oy, Finnish Film Foundation, Gaumont
Distribución: Institut Français / Embajada de Francia
Sinopsis
Este largometraje narra la lucha de un pequeño reno salvaje, débil y vulnerable, para sobrevivir a las duras pruebas a las que se enfrenta en el primer año de su vida. El despertar de Ailo al mundo salvaje es un verdadero cuento situado en medio de los magníficos paisajes de Laponia.
Selección en Festivales
- Singapore French Film Festival (Singapur, 2020)
- Festival de Cine Francés del Reino Unido (Gran Bretaña, 2020)
- IFI Festival de Cine Francés de Dublín (Irlanda, 2019)
- Alice nella Citta (Italia, 2019)
- Festival de Cine de Mumbai (India, 2019)
- Festival de Cine de Gante (Bélgica, 2019)
- Unifrance Rendez-vous en París (Francia, 2019)
Apreciación
“Es una especie de prototipo real: un relato de ficción rodado en condiciones de documental”, añade Laurent Baudens, también productor de la película. “Guillaume había querido seguir ese camino durante mucho tiempo y le dimos total libertad para hacerlo. También logramos convencer a grandes socios como Gaumont y Ascott Elite para que se unieran a nosotros, porque entendieron que estábamos tratando de hacer algo completamente nuevo”. Y en condiciones bastante desafiantes para arrancar. “Somos una de las pocas empresas que trabaja constantemente en el Ártico, por lo que pudimos elegir lugares que ya conocíamos”, explica Röhr. “Tuvimos un equipo brillante y un director que trabajó tan duro que a veces sentí pena por él. Pero en última instancia, la naturaleza decide”.
por Marta Bałaga