Introducción
Cannes 2020: Lucas Belvaux presenta una conmovedora historia, en la que da voz a toda una generación de franceses que tenían 20 años durante la guerra de Argelia.
Ficha técnica
La Guerra sin nombre / Des hommes / Home front
Lucas Belvaux / 2021 / 1h40 / Francia, Bélgica
Guión: Lucas Belvaux. Novela: Laurent Mauvignier
Género: Drama. Bélico. Guerra de Independencia de Argelia
Ingenieros de sonido: Nicolas Waschkowski, Béatrice Wick, Agnès Ravez, Luc Thomas
Fotografía: Guillaume Deffontaines
Montaje: Ludo Troch
Intérpretes: Gérard Depardieu, Catherine Frot, Jean-Pierre Darroussin, Yoann Zimmer, Félix Kysyl, Édouard Sulpice
Producción: Synecdoche, Artémis Productions, France 3 Cinéma, RTBF – Radio Télévision Belge Francophone
Distribución: Institut Français / Embajada de Francia
Sinopsis
Los llamaron para ir a Argelia cuando estallaron los “sucesos” en 1960. Dos años más tarde,, Bernard, Rabut, Février y tantos otros volvieron a Francia. No contaron nada. Vivieron sus vidas. Pero, a veces, basta con un pequeño detalle, una celebración de un cumpleaños en invierno, un regalo que cabe en un bolsillo, para que, cuarenta años después, el pasado irrumpa en la vida de aquellos que creyeron poder negarlo.
Selección en Festivales
- Rendez-vous de Unifrance en París, Francia, 2021 / Film Market
- Festival de Cine Francés Tapis Rouge, Países Bajos, 2020
- Festival Internacional de Cine de Mannheim-Heidelberg, Alemania, 2020
- Festival de Cine Francés del Reino Unido, Gran Bretaña, 2020
- Festival de Films CINEMANIA, Canadá, 2020 / Selección oficial
- Festival Internacional de Cine de Cannes, Francia, 2020 / Label Cannes 2020
- Rome Film Fest, Italia, 2020 / Competición oficial
- Grand Lyon Film Festival 2020
- Festival de Cine Francés de Helvecia, Suiza, 2020
- BRIFF, Bélgica, 2020
Apreciación
Vuelta a Argelia. Cuarenta años antes, Feu-de-bois, Rabut, Février y sus compañeros de batallón tienen 20 años. El país los llamó a Argelia. Descubren otro lugar, otra vida, nuevas sensaciones… Pero también encuentran lo indecible, lo que no se puede contar, algo que las palabras no pueden describir. Y hasta lo inconcebible. El horror. El infierno. Cuando vuelven a casa, no saben cómo contarlo, nadie quiere escucharlos.
A través de las acciones y las palabras de Feu-de-bois, Des hommes elabora una crónica del racismo habitual, y su relación directa con la historia de Francia. “Pensaba que, si trabajaba con vosotros y vivía con vosotros, seríamos iguales. Me equivoqué”, confiesa Saïd.
También es la historia de Francia, una Francia destrozada por las guerras. Tres generaciones de hombres: el abuelo en Verdún, el padre hecho prisionero en el 40 y el hijo enfrentándose a los fellaghas. La historia plantea las preguntas que se hacen los hombres enviados al frente. A fin de cuentas, ¿no son los fellaghas combatientes de la resistencia? “Tenía mala conciencia y no entendía por qué”
También es la historia de una familia, “una familia de locos”, como dice Solange, marcada por la clase, la clase campesina de la que Bernard sueña con librarse, por la influencia de la religión, de los secretos y las traiciones. Para comprender a Bernard, para comprender sus acciones y sus palabras, el cineasta presenta como un negativo, mediante varios discursos, la telaraña de resentimientos que inundan el corazón de Bernard hacia la familia, la clase, el dinero, la religión y la política.
Es una historia de voces. Como un tejido delicado y precioso, el relato se desarrolla, en off, a través de voces entremezcladas que dan a entender el caleidoscopio de afectos que chocan. En efecto, la voz de Feu-de-bois –una mezcla entre la de Yoann Zimmer, que interpreta a Bernard a los 20 años, y la de Gérard Depardieu–, pero también las voces de Rabut, Solange, Saïd, la del harki a cuya casa Bernard va a comer y que le cuenta su guerra en las trincheras, la de Mireille, la de Février… Varios puntos de vista que ilustran la complejidad del trauma, la llama que no sólo consume el corazón de Feu-de-bois, sino también de todos los que, como él, estuvieron en Argelia.
A fin de cuentas, son hombres. Hombres que cargan con el peso de la masculinidad tóxica sobre sus hombros. Están los que violan, los que matan, los que se callan, y los que se rebelan. La sucesión que guerras ha formado a los hombres durante generaciones y los ha enfrentado a lo peor, sin ofrecerles las palabras necesarias para curar sus heridas.
Por Aurore Engelen