Peliculas

Una vida violenta

Introducción

CANNES 2017: Thierry de Peretti se sumerge en la frontera peligrosa y opaca del nacionalismo corso y de la delincuencia con una película realista y crepuscular.

Ficha técnica

Una vida violenta / Une vie violente / A violent life

Thierry de Peretti / 2017 / 1h47 / Francia
Guión: Thierry de Peretti, Guillaume Bréaud
Género: Drama, crimen
Ingenieros de sonido : Martin Boissau, Thomas Robert, Stéphane Thiébaut, Victor Praud
Escenografía: Toma Baquéni
Fotografía: Claire Mathon
Montaje: Marion Monnier
Intérpretes: Cédric Appietto, Paul Garatte, Jean Michelangeli, Jean-Étienne Brat, Marie-Pierre Nouveau, Henri-Noël Tabary, Dominique Colombani, Délia Sepulcre-Nativi, Anaïs Lechiara, Aurélien Gabrielli
Producción: Les Films Velvet, ARTE France Cinéma, Stanley White
Distribución: Institut Français / Embajada de Francia

Sinopsis

A pesar de las amenazas que pesan sobre él, Stéphane decide volver a Córcega para el funeral de Christophe, un amigo de la infancia, asesinado el día anterior. Esta vez, los sucesos que le hicieron cambiar la delincuencia por la radicalización política y después la clandestinidad, vuelven a su cabeza.

Selección en Festivales

  • New Directors New Films, Estados Unidos, 2018
  • Festival de Films CINEMANIA, Canadá, 2017 / Selección oficial
  • Festival Internacional de Cine Francófono de Tubinga | Stuttgart, Alemania, 2017
  • Semana de la Crítica de Cannes, Francia, 2017

Premio

  • Sevilla Festival de Cine Europeo, España, 2017: Thierry de Peretti

Apreciación

Todo empieza en París en 2001, cuando Stéphane descubre el asesinato de un allegado y decide “no ser cobarde” y volver a la isla para el entierro. La película (escrita por el propio director y Guillaume Bréaud) regresa a Bastia a modo de flashback y luego a la prisión, donde el joven se deja seducir por el discurso independentista de sus compañeros de celda, en especial del líder François (“todo el mundo hace trampas, así que hay que hacer saltar por los aires la mesa”). Una vez puesto en libertad, Stéphane empieza a hacer de intermediario para sus amigos delincuentes, que aceptan trabajar para esta nueva rama nacionalista sin desempeñar por ello un papel “oficial”, de modo que logran proseguir con sus actividades ilegales libremente. En esta zona gris, el grupillo empieza a sembrar el caos bajo demanda a base de explosivos tanto como a pisar el terreno de otras fuerzas ocultas y mafiosas que tratan de meter mano en la economía de la isla. De todo aquello se da cuenta François (“esto podría convertirse en Sicilia; hay un buen número de ingredientes”), a quien no tardan en amenazar. Sin embargo, si su jefe cae, el futuro de Stéphane y sus amigos será de lo más negro, pues no son más que peones, marionetas en un juego que los supera.
Une vie violente es una constatación clínica de un desperdicio y un retrato sugerente de un panorama local bastante impenetrable que deja al espectador las claves para encontrar progresivamente su camino hacia la comprensión de los mecanismos del conflictivo macrocosmos reinante, todo ello agarrándose al recorrido individual y el idealismo de su personaje principal, que carece de la misma visión general clara sobre las amenazas que conmocionan las relaciones triangulares entre los independentistas, el estado y el crimen organizado. Esta inclinación la acentúa la áspera fotografía de Claire Mathon, logrando que la película se convierta en una obra tan críptica como apasionante.

Por Fabien Lemercier

Galería

Trailer

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