Introducción
Adaptación cinematográfica de la novela homónima de Raymond Queneau, esta “Zazie en el metro” (Francia, 1960) de Louis Malle rebosa impetuosidad, locura poética e infantilidad mágica.
Ficha técnica
Zazie en el metro / Zazie dans le métro
Louis Malle / 1960 / Francia / 1h22
Dirección: Louis Malle
Guion: Louis Malle, Jean-Paul Rappeneau. Novela: Raymond Queneau
Género: Comedia
Fotografía: Henri Raichi
Música: Fiorenzo Carpi, André Pontin
Montaje: Kenout Peltier
Intérpretes: Catherine Demongeot, Philippe Noiret, Hubert Deschamps, Jacques Dufilho, Carla Marlier, Vittorio Caprioli, Antoine Roblot, Annie Fratellini, Yvonne Clech
Producción: NEF – Nouvelles Éditions de Films
Distribución: Institut Français / Embajada de Francia
Sinopsis
Para poder estar con su amante, la madre de Zazie la manda a París, a casa de unos familiares. Pero la niña, que tiene doce años, se escapa para recorrer París y conocer lugares y gente nueva.
Selección en Festivales
- Oh Là Là – Festival de Cine Francés de Humor (Israel, 2017)
- Semana de Cine Francés de Berlín (Alemania, 2012)
- Filmfest Hamburg – Festival internacional de Hamburg (Alemania, 2011)
Apreciación
“Con esta película, la tercera en su filmografía, Louis Malle buscó en primer lugar proseguir con su cine de autor, huidizo de encasillamientos, pues ni siquiera lo adscribiría yo a la “nouvelle vague”, y en segundo lugar, intentar lograr una película que rompiendo con todas las reglas y cánones tuviera suficiente coherencia y entidad en imágenes.
Tal es así, que “Zazie en el metro” es un giro absoluto en su carrera y una adaptación dificilísima de la novela de Queneau, dónde el uso del montaje y la ruptura de los conceptos espacio/tiempo construyen una comedia mágica que homenajea al cine de Tati, al slapstick, al cine mudo cómico, a la cultura pop de aquel entonces, con el seguimiento vivaz, travieso y nervioso de una niña insolente, espabiladísima y pilla que desnuda la mala/falta de educación de los adultos (más niños que ella) que la rodean.
Malle hace un film fragmentado, acelerado a propósito, basado en el montaje y en la imagen, colorista, del que sale suficientemente airoso por demostrar que son derribables los muros clásicos, no tan bien hormigonados como creemos. Y eso no es poco.”
Por Kafka